26 agosto 2008

TRES HAIKUS PRECARIOS

I.
LOS PERROS DE LOS CAZADORES
Estas mandíbulas.
La carne de mi carne.
Ésta es la herida.

II.
APENAS EQUILIBRISTAS, APENAS RED
En el alambre.
El corazón sin dueño.
En equilibrio.

III.
EN EL OTOÑO DE LAS FACTORÍAS
La crisis pasa.
Queda un rastro de broza.
De despido. Hojas.


Además...
Este miércoles 27 de agosto tendremos, a partir de las 22 horas, la octava y última Veladilla, que contará de nuevo con música y poesía y con invitados de excepción. Estará una vez más organizada y coordinada por José María Gómez Valero, Carmen Camacho y David Eloy Rodríguez, poetas del colectivo La Palabra Itinerante.

En esta ocasión nos compartirán sus textos preferidos de Juan Ramón Jiménez, así como una pequeña muestra de su propia creación, los siguientes invitados:

Luis Manuel Ruiz, novelista; José Daniel Serrallé, poeta y director literario de la editorial Metropolisiana; María del Valle Rubio, poeta y pintora; Celia Romero, música, que leerá textos del poeta Manuel Fernández (1931-1995); Daniel García Florindo, poeta; y Francisco Silvera, poeta y coordinador de los actos del Cincuentenario de la concesión del Premio Nobel de Literatura a Juan Ramón Jiménez y de las muertes de Zenobia y Juan Ramón, además de director, junto a Javier Blasco, de la edición de las Obras completas de Juan Ramón Jiménez en 48 volúmenes.
Además actuará el poeta y músico Miguel Ángel García Argüez, que nos ofrecerá sus canciones y estrenará un tema, compuesto para la ocasión, basado en un poema de Juan Ramón Jiménez.

Os invitamos a compartir este miércoles en el Parque del Alamillo al fresquito de la poesía, la música, la buena compañía y la participación: una celebración de la poesía de viva voz recitada y cantada. Miércoles 27 de agosto Patio del cortijo del Parque de Alamillo, 22 horas

17 agosto 2008

RAMALAH

Para que no se borre, atrapa el gesto
en el sosiego de los helicópteros.
Las manos fueron un rostro vencido.
Para que sigan siendo los tejados
objetivos de estrago son de sangre .
Como es peste el olor de los naranjos,
epidemia en el cerco de fuego,
la raíz del olivo es una mano
que se retuerce en hambre de ser puño
renaciendo de los mismos escombros.
La chispa ya no es semilla de saña
en los cráteres, surcos y tumbas de los mártires,
sólo una estrella borrada en los mapas
de los ojos de las noches que dejan
un sonido lúgubre en el corazón
y que se hará cuervo en los ojos que vigilan.
Será simiente negra, milagro amargo,
un no que gritará sí en el cuerpo
ya desvencijado. El milagro
será cinto preñado de ira
en las caderas de Wafa Idris.

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Wafa Idris fue voluntaria de la Media Luna Roja, vivía cerca de Ramalah, en el campo de
refugiados de Al-Amuri y fue la primera suicida palestina.

10 agosto 2008

Que la tierra le sea leve

El poeta Mahmud Darwich, considerado uno de los principales escritores contemporáneos del mundo árabe, murió hoy sábado en un hospital de Texas (sur de Estados Unidos), anunció una portavoz médica.
"Darwich murió a las 13H35 locales (18H35 GMT)", indicó Ann Brimberry, portavoz del hospital Hermann-Texas Memorial en Houston, donde era atendido, a la AFP sin dar más detalles.
Mahmud Darwich, de 67 años, estaba en estado crítico luego de una intervención quirúrgica, había dicho otro empleado del hospital. Según susallegados, el poeta había sido sometido a una operación a corazón abierto el miércoles, en el mismo hospital, y se encontraba bajo asistencia respiratoria luego de sufrir complicaciones.

CUATRO DIRECCIONES PERSONALES

1. Un metro cuadrado en la cárcel

Ésta es la puerta, y detrás el paraíso del patio. Nuestras cosas, todo lo que nos pertenece se esfuma. La puerta es la puerta, puerta de la metáfora, puerta del cuento, puerta que purifica a septiembre, puerta que lleva los campos a la génesis del trigo. La puerta no tiene puerta, pero yo puedo acceder a mi salida, enamorado de lo que veo y no veo. ¿Tanta gracia y belleza en la tierra y la puerta no tiene puerta? Mi celda no ilumina más que mi interior. Que la paz sea conmigo, y paz al muro de la voz. Para alabar mi libertad he compuesto diez poemas, aquí y allí. Amo las migajas de cielo que se infiltran por el tragaluz de la cárcel, un metro de luz donde nadan los caballos y las pequeñas cosas de mi madre, el perfume del café en su ropa cuando abre la puerta del día a sus gallinas. Amo la naturaleza entre otoño e invierno, a los hijos de nuestro carcelero y las revistas esparcidas por las aceras lejanas. He compuesto veinte canciones satíricas del lugar donde no hay espacio para nosotros. Mi libertad: ser lo contrario de lo que quieren que sea. Mi libertad: ampliar mi celda, continuar la canción de la puerta. Puerta es la puerta. La puerta no tiene puerta pero yo puedo acceder a mi interior...

2.Asiento en un tren

Pañuelos que no son para nosotros. Amantes del último minuto. Luces de la estación. Rosas que pierden un corazón en busca de un abrigo para la ternura. Lágrimas que traicionan a las aceras. Mitos que no son para nosotros. Desde aquí, ellos han partido. ¿Tenemos a alguien allí para que se alegre a la llegada? Lirios que no son para nosotros porque besaríamos los raíles. Viajamos en busca del vacío pero no nos gustan los trenes cuando sus estaciones son nuevos exilios. Lámparas que no son para nosotros porque veríamos a nuestro amor de pie, esperando el humo. Tren rápido que corta los lagos. Y en cada bolsillo, las llaves de una casa y la foto de una familia. Los pasajeros del tren regresan con su gente, pero nosotros no regresamos a ninguna casa. Nosotros viajamos en busca del vacío para encontrar la rectitud de las mariposas. Ventanas que no son para nosotros y saludos en todas las lenguas. ¿La tierra era más clara cuando cabalgábamos en los caballos antiguos? ¿Dónde están los caballos, las vírgenes de los cantos y los himnos de la naturaleza que estaban en nosotros? Yo estoy lejos de mi lejanía. ¡Qué lejano está el amor! Las chicas nos capturan, rápidas como ladrones de mercancías. Olvidamos las direcciones en las ventanillas de los trenes. Nosotros, que amamos diez minutos, no podemos regresar a ninguna casa familiar, no podemos atravesar el eco dos veces.

3.La sala de cuidados intensivos

El viento me lleva hasta que la tierra me resulta estrecha. Tengo que volar y embridar el viento, pero no soy más que un hombre. He sentido un millón de flautas desgarrándome el pecho, he sudado hielo y he visto mi tumba en mi mano, he dado vueltas en la cama, he vomitado y me he desvanecido un momento. Estoy muerto. Antes de la muerte breve he gritado: te quiero. ¿Entraré a la muerte sobre tus pies? Estoy muerto, completamente muerto. La muerte es tranquila, no llores. La muerte es tranquila, si no fuera por tus manos golpeando mi pecho para que regrese de mi muerte. Te quiero antes y después de la muerte, pero en el intervalo, sólo he visto el rostro de mi madre.

Es el corazón, que se ha perdido un momento antes de regresar. Le pregunto a mi amada: ¿En qué corazón he dado? Ella se inclina sobre mi corazón y cubre mi pregunta con sus lágrimas. ¡Ay, corazón, cómo me has mentido derribándome de mi relincho!

Nos queda mucho tiempo, corazón. Ve al encuentro de la abubilla llegada de la tierra de Balquís.

Hemos enviado las misivas,

atravesado treinta mares, sesenta riberas

y nos queda vida suficiente para ser dispersados.

¡Ay, corazón, cómo has mentido a un caballo que no se cansa de los vientos! Ve despacio para que completemos este último abrazo y nos prosternemos.

Ve despacio... despacio, para que sepa si eres mi corazón o su voz cuando ella grita: tómame.

4.Habitación de hotel

Que la paz sea con el amor el día que venga, el día que muera y el día que cambie de amantes en los hoteles. ¿Qué tiene el amor que perder? Nosotros tomaremos café en la tarde del jardín. En la cena, contaremos las historias de nuestro exilio, luego nos iremos a una habitación para continuar la búsqueda, como dos extranjeros, de una noche de ternura...

Dejaremos restos de palabras en dos sillas, dejaremos nuestros cigarrillos y otros vendrán para prolongar nuestra velada y el humo. Dejaremos un poco de sueño en la almohada y otros vendrán y se dormirán en nuestro sueño... ¿Cómo creer a nuestros cuerpos en los hoteles? ¿Cómo creer a nuestros secretos? Otros vendrán y prolongarán nuestro grito en la penumbra de dos cuerpos entrelazados... Nosotros no somos más que dos números tendidos en una cama común y decimos lo que han dicho hace poco dos que han pasado por el amor. Llegan las despedidas rápidas. ¿Ha sido un encuentro breve para que olvidemos a quienes nos han amado en otros hoteles? ¿No has dicho alguna vez estas palabras desenfrenadas a otro? ¿No he dicho yo alguna vez estas palabras desenfrenadas a otra, en otro hotel o aquí, en esta cama? Daremos los mismos pasos para que vengan otros y den estos pasos...

05 agosto 2008

SATAR JABAR ESCRIBE POEMAS DE AMOR

no ganará plata con ellos
no entrará al cine gratis con ellos
no le darán ropa por ellos
no conseguirá tabaco o vino por ellos
Juan Gelman
Se mira a las manos y borronea:
Ni una sola palabra
por afilada que nazca,
será segura adarga, máscara de luz
o retórica de fuego en el frío número.
Ninguna voz ronca de razón
detiene el lento manto de veneno,
la transfusión de culpa diaria.
Ningún libro arrojado con la fuerza
de la ira estanca la dársena oscura.
Ninguna semilla que brota en su mandíbula
sacia el sótano hambriento.
Ningún óxido gana el bronce de las altas mentiras.
Ningún manojo de palabras hendidas de ascuas
detiene el largo invierno.
Pero escribiremos la primavera.
Se mira a las manos. Escribe.